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Después de perder mi terror tecnológico con el Facebook, me lanzo a la aventura definitiva, el plasmar mis vivencias, recuerdos y en otras ocasiones aventuras imaginarias. En este blog sin mas preámbulos, os doy a todos la bienvenida a este rincón del guerrero consciente.

domingo, 8 de diciembre de 2019

DESCUBRIMIENTO II-DESESPERACIÓN

"La Santa María" no paraba de moverse, el oleaje batía con fuerza y de babor, la noche era oscura como boca de lobo. El marinero Alonso De Morales hacia la guardia de cubierta pero el sueño atrasado y la marejada, hacen mala combinación a la hora de mantenerse enhiesto sobre ambas piernas. Por lo que el marino permanecía sentado con la espalda apoyada en la borda de estribor mientras jugueteaba con su cuchillo, una daga Vizcaína de buen acero que había ganado en una partida de naipes a un pescador de Ondarroa.
El mismo, antes de entregarle el cuchillo a Alonso, trato de destriparle con el, pero de puro borracho que iba en la primera acometida tropezose con una silla de la taberna, dando de forma muy poco digna de bruces en el suelo. Perdiendo esa noche el Vascongado la daga, un par de dientes, y no poca honra. 
-"Si la vista estimáis, la vuelta daréis, que si no la dais, vuestros ojos perderéis".
Alonso escucho el vaticinio con un pie en este mundo, y el otro en el de Morfeo. Por eso tardo unos segundos en reaccionar.
Raaaaaaass, fue el sonido que hizo su cuchillo rasgando el aire. Porque la "mojada"(1)había sido certera pero atravesó el cuerpo negro de parte a parte sin tropezar con nada, volvió Alonso con el rostro desencajado de terror a acuchillar con desesperación con el mismo resultado. 
Esa vieja de mal agüero, "La Compaña"estaba hecha de aire, pero ahí permanecía de pie frente a él.
-Almirante(2) no podemos negar la realidad este viaje, esta expedición está maldita. 
Esa mujer fantasma se ha aparecido ya seis veces. Los marineros somos gente supersticiosa, los hombres están cagados de miedo.
-Y ¿como quieres que luche contra la superstición Martín(3), como quieres que me enfrente al miedo. Solo podemos seguir, mantener el orden y continuar viaje.
-No se preocupe Vuesa Excelencia por la disciplina, esta mañana los Alguaciles a bordo han vareado a un par de marineros por blasfemos, y si alguien incurriese en rebeldía lo colgaremos, pero hoy es 11 de octubre, prometio Vuesa Excelencia haber llegado a Las Indias hace ya dos semanas.
Falta comida, falta agua, y tenemos una bruja a bordo voto a Dios que nada puede salir peor.
-Martín, no hay ninguna bruja a bordo, por Dios, estamos en 1492, yo te aseguro que en como mucho dos días habremos arribado a tierra.
De todas maneras sabes mejor que yo, pues eres seguramente el mejor piloto de Las Españas, que ya no podemos dar la vuelta, voltear el timón y poner proa(4) a casa es imposible. Moriríamos de hambre.
-Bien que lo se Almirante, todos los hombres lo saben, que puede que muchos de ellos no conozcan mas de media docena de letras. Pero todos saben leer los vientos y las mareas.
y Yo le digo a Vuecencia, que eso es lo que ha permitido que solo tengamos alguna desobediencia aislada, y algún caso de blasfemia, solucionado facilmente con vara y látigo. Si los hombres pensasen que tomando el control de las Naves podrían salvar el pellejo, ahora Vuecencia y yo estaríamos batiéndonos el cobre sable en mano en la cubierta.
Afrontaríamos un motín en toda regla. Se mantiene la obediencia por dos motivos:
El primero, que la mayoría de ellos están educados desde grumetes en Naves Castellanas a base de privaciones y hierro.
Y el segundo, es que saben que no hay donde huir. 
Así transcurrió toda la jornada con la tripulación tragándose su miedo y su mala leche.
A las once cuando "se puso la mesana", el Almirante con los brazos en jarras se planto en el centro del puente, y a viva voz arengo a la tripulación. Al mismo tiempo por igual arengaban a los marinos Martín Alonso Pinzón en "La Niña" y Vicente Yañez Pinzón en "La Pinta".
En las arengas se mento el honor, la lealtad, y el hecho práctico de que con honor o sin el, con lealtad o sin ella, de todas maneras habían superado el punto sin retorno hace días, o continuaban viaje o morían de hambre.
En "La Santa María"el Capitán General del Mar Océano Don Cristobal Colón, llego a poner su mano diestra sobre una biblía, jurando ante Dios Nuestro Señor, que antes de dos días habrían arribado a tierra.
Tras el Rancho, nadie mento a "La Compaña", nadie ni en susurros pronuncio la palabra motín, nombrarla en Nave Castellana era pena de vida, por lo que la marinería la usaba un minuto antes de la rebelión efectiva.
Pero nadie habría de rebelarse aquel día, sus Majestades Isabel y Fernando, ordenaron la expedición, y ellos se enrolaron, unos de mejor grado que otros pero alistados igualmente.
Solo quedaba apretar los dientes obedecer y rezar.
Estaba anocheciendo en "la Santa María" y el aire se cortaba con un cuchillo, todo el mundo esperaba la siguiente aparición de "La Compaña", esa enviada de "Satanas"para convencer a la tripulación de que el viaje era un acto de locura, como si hiciese falta mucho para convencerles.
-Domingo,crees al Almirante, ¿de verdad crees que llegaremos a Las Indias mañana?, y ¿como redios puede estar tan seguro?.
-Dice que lo ha calculado.
-¿Que lo ha culado?.
-Calculado joder, cosas de números Juan, el dice saber lo que mide como máximo la Tierra.
- Y como ostías va a saber eso.
-Pues yo que sé, Juan, mira eso.
"La Pinta" estaba emitiendo una señal
Una luz arriba, dos luces a los lados, y una luz arriba, así tres veces.
-Lo ves Domingo, ves la señal, TIERRA TIERRA A LA VISTA.
El Almirante salió del camarote alarmado por los aullidos de los marinos, cuando subió al puente de Mando, se dio cuenta de que era un grito de triunfo, los hombres saltaban y se abrazaban.
Colón desconcertado miro hacia "La Pinta", que sabía que esa noche encabezaba la formación, y vio las luces.
El no salto, tampoco grito, se limito a respirar hondo, a llenar sus pulmones con la brisa marina, hacia dos semanas que no podía hacerlo.
Y luego y aunque esto no lo admitiría ni bajo tormento, sus ojos se anegaron de lagrimas pasando a ser "La Pinta"un borrón difuso en el anochecer.


(1) "Mojada" termino de Español antiguo sinónimo de cuchillada.
(2) Almirante en este dialogo el Almirante es Don Cristobal Colón, había recibido dicho nombramiento de la Reina Isabel I la Católica antes de iniciar el viaje.
(3) Se refiere a Don Martín Alonso Pinzón, capitán de "La Niña"y uno de los armadores y oficiales de marina, mas reputados de su época.
(4) poner proa , quiere decir adoptar una dirección proa a casa, proa al puerto mas próximo etc.



Fin del capítulo II de "Descubrimiento".
En Valencia (España), a 8 de diciembre de 2019.
Ernesto.