Estoy
saboreando el excelente café con leche de San Juan de Luz, a través de los
ventanales se ve el puerto de la ciudad. El plomizo cielo del País Vasco
Frances, proyecta una luz grisácea sobre el conjunto de barcos atracados frente
a la cafetería donde me encuentro, el mismo lugar en el que tuve el último
encuentro con Rafael mi jefe, de eso hace quince días, quince días, el tiempo
que llevo en ETA.
Hace ya 48
horas, desde que realice la llamada al número de busca que tengo memorizado, mi
único contacto con mi mundo real con mi verdadero yo. En estos días de absoluta
inactividad, pues desde que acabamos Mikel y yo el cursillo con “Langile”, no
hemos sido reclamados por la organización para nada, me ha dado tiempo para
familiarizarme bastante con esta localidad, de manera, que en el mensaje al
busca participe un listado de seis calles, el recorrido para una
contravigiláncia, es decir yo recorrería por el mismo orden del mensaje dichas
vías, una vez finalizado el trayecto, desharía el camino andado, la Guardia
Civil colocaría Agentes a lo largo de todo el camino, que se cerciorarían de si
estoy sometido a seguimiento o no.
Y solo en el
caso de que no tuviese a nadie observándome, me reuniría con mi jefe para
decidir el siguiente paso a dar, ahora que soy un terrorista. Ya camino por el
recorrido establecido, que parte
exactamente de la puerta de la cafetería, me muevo a un ritmo lento y
cadencioso, mirando escaparates, y fachadas de edificios modernistas que dan a
la bahía. Si ando cambiando de ritmo y mirando hacia atrás constantemente, y
estoy vigilado por ETA, llamaría la atención, al fin y al cabo no llego tarde a
ninguna parte.
Bueno termine
mi recorrido hace unos cinco minutos, y estoy frente a la cafetería sentado en
los muelles, si estoy libre de vigilancia en cualquier momento recibiría una
señal , si no es así , en el caso de que ETA todavía no confíe plenamente en mi
historia, simplemente pasarían los minutos, y nadie se me acercaría, dándole
vueltas a esto estaba, cuando un tipo de unos treinta años, con pelo largo
rizado y una mochila a la espalda, se sienta en el mismo banco que yo, y
comienza a hablar dirigiéndose con su vista a la nada, como el muñeco de un
ventrílocuo.
-Soy
Compañero, ves el edificio con fachada azul y blanca, que tengo a mi espalda
¿no?.
-Claro.
-Pues entra en
el mismo, y llama a la puerta del segundo derecha, te están esperando.
-Hola Rafael.
-Joder Jesús,
llevas quince días sin dar señales de vida, no sabíamos si la cosa seguía en
marcha o si habías dejado este mundo.
-Debo ser
cauto, no mover ninguna ficha, hasta que no lo vi claro, no he mandado el
mensaje.
-No si has
hecho bien, pero no vuelvas a dejar tanto tiempo, estábamos a punto de hablar con tu familia. Bueno al grano,
¿tienes algún informe de lo que has hecho este tiempo?.
En ese momento
saco un par de cuartillas escritas a mano, que ocultaba en mis botas.
-Si tenga,
aquí esta detallado al minuto, con pelos y señales estas dos semanas.
Para mi
sorpresa, Rafael ni siquiera le lanzo una mirada a las hojas.
-Muy bien, ya
nos iremos ocupando del análisis de todo lo que cuentes mas adelante. ¿Tienes
alguna novedad importante, te han comunicado si vas a incorporarte a algún
comando, has tenido alguna reunión importante, además de supongo el cursillo
que habrás hecho?, algo importante o urgente.
-No, la verdad
es que de momento nada, tras el cursillo, parece que se hayan olvidado de mi.
-Esas no
tienen por que ser malas noticias, si estuvieras muerto serian malas noticias,
mientras estés aquí la operación sigue en marcha.
-Gracias por
su interés, yo también prefiero estar vivo, la operación y todo eso, ya sabe.
-No te
mosquees joder, ya sabes lo que quiero decir.
-No. La verdad
es que no lo se.
-Bueno señor
susceptible, todo marcha bien,
pero es fundamental que no pierdas el contacto, ¿ de que serviría que te
reunieras con el mismísimo número uno de ETA, si no nos enteráramos con
antelación suficiente, y no pudiésemos montar un dispositivo, ya fuese de
seguimiento o de detención?. Tienes que mantener el contacto, eso es crítico,
se que estarás acojonado, uno no se infiltra todos los días en una organización
terrorista. Pero hay que seguir el método.
-¿El método?,
Rafael por dios, el Mando tiene que comprender que no me puedo levantar de
golpe de una mesa, delante de cuatro etarras, y decir, “perdonad, si la lucha
por Euskal Herria es fundamental, pero ahora necesito un teléfono público”. Se
supone que he cortado con todo, que mi pasado para mi no existe, ¿qué
explicación tendría, que intentara comunicarme con alguien?.
-Jesús, si no
mantienes la disciplina de comunicaciones, no solo la operación es inútil, tu
sacrificio es inútil, no sirve de nada que te estés jugando el cuello, si no
sabemos lo que esta ocurriendo, podrías estar en el comando Madrid, o tener una
cita mañana con Iñaki de Rentería (1), ¿de que sirve si no informas a tiempo?.
Además es una orden joder.
Termino la
reunión operativa, la primera desde que soy miembro de ETA, y curiosamente una
de las mas decepcionantes, si esperaba palmaditas en la espalda, que me llamaran
héroe, que dijeran que la patria duerme tranquila gracias a mi…etc. Si voy
apañado, me han echado la bronca por no mandar con mas frecuencia mensajes a un
número de busca. Como el niño que llega tarde a casa, hay que joderse, desde
luego los verdaderos Agentes Secretos, no nos parecemos en nada a James Bond.
Vuelvo a pie a
mi caserío, esperando que decide hacer ETA con mi vida, miro la acera, cada
paso que doy, no se cual será el siguiente, ni siquiera depende de mí. Doy
pasos vacíos, eso es, camino en el aire, y dependiendo de los vientos, mi vida
ira a un lugar u otro, o finalizara.
(1) Iñaki de
Renteria es el apodo dentro de ETA de Ignacio Gracia Arregui, jefe del aparato
militar y líder de la banda, en la época en la que transcurre este relato, la primera
parte de los años 90 del siglo pasado.
Fin del capítulo XII de Genin.
En Valencia (España), a diciembre de 2012.
Ernesto.