BIENVENIDOS

Después de perder mi terror tecnológico con el Facebook, me lanzo a la aventura definitiva, el plasmar mis vivencias, recuerdos y en otras ocasiones aventuras imaginarias. En este blog sin mas preámbulos, os doy a todos la bienvenida a este rincón del guerrero consciente.

domingo, 4 de mayo de 2014

NOTA DEL AUTOR

Buenas queridos lectores:

Este X capítulo de "El Hombre Gris", es el penúltimo,  he decidido dividir el final en dos partes, para no hacer demasiada pesada la lectura frente al ordenador.
Por lo tanto en la próxima publicación, se desvelara este duelo entre el bien y el mal, (argumento viejo como el mundo). Que espero este siendo de vuestro agrado.
Sina nada mas y agradeciendo nunca lo bastante el que estéis ahí, os dejo con nuestro hombre gris, un abrazo.

Ernesto.

EL HOMBRE GRIS X

Miro el panel informativo de llegadas, faltan 10 minutos para que haga su entrada el AVE que viene de Valencia. Trato de moverme con agilidad en medio del enjambre humano que me rodea, estudiantes con grandes petates que salen de Madrid, matrimonios de mediana edad con hijos, que se dirigen a unas vacaciones gratuitas en el pueblo, alemanes y rusos en pantalón corto, que tratan de descifrar con mirada concentrada la guía turística o el plano de rigor.
En fin todo lo que uno se puede encontrar un 30 de abril en la Estación de Madrid-Atocha, yo estoy aquí para recoger personalmente al Padre Tamarit, por razones de seguridad, trasladamos hace un par de días a Ernesto Cort a la Dirección General en Madrid. Al principio el Juez de instrucción de Valencia fue un poco reticente, dado que todos los Asesinatos cometidos por Cort lo fueron en la provincia de Valencia. Pero cuando el forense, blanco como una pared de cal y con las manos temblorosas, le mostró las pruebas científicas, inexplicables científicamente, que certificaban que el detenido rompía puertas blindadas a patadas, y sobre todo que tras recibir varios impactos de bala en el pecho y otro en la frente, se encontraba en ese momento vivito y coleando, observando el techo de un calabozo más aburrido que otra cosa, pues le teníamos totalmente inmovilizado, con correajes, grilletes, camisa de fuerza, y todo lo que se nos ocurría. 
Como digo, en ese momento su señoría se agarró a algún tecnicismo jurídico, relativo a delito continuado de extrema gravedad y circunstancias especiales,  etc etc, para facturarlo en dirección a la Audiencia Nacional en Madrid, vamos que no quería situarse cara a cara con el ni harto de vino, y sobre todo no pensaba enviarlo a prisión, no sea que el interesado se lo tomara a mal.
Así qué tras recordarle al Juez de Valencia, lo que significaba el secreto de sumario, metimos a Cort en un furgón acorazado  de Banco de España y nos vinimos a la capital del Reino,  estos furgones están diseñados para no ser abiertos de ninguna de las maneras, que nadie pudiese entrar de forma alguna, decidimos utilizarlo por que nos aseguraron que sin las claves y llaves necesarias, tampoco nadie podía salir de uno de ellos ni por las buenas ni por las malas.
Ya veo al exorcista avanzando en mi dirección por el anden, paso lento y pausado, recreándose en el paseo por la estación, recordaba su severa barba y su mirada intensa, de guerrero de Dios, de haberlo visto todo sin haber sentido nada. La misma mirada que he visto en otros compañeros, veteranos de la lucha antiterrorista, contra el crimen organizado o de  Criticas misiones en el exterior, miradas pérdidas en hombres muchas veces perdidos, que se aferran  a su trabajo por que ya no les quedaba en ocasiones otra cosa, en sus peligrosos recorridos por la vida habían ido perdiendo amigos y familia. Se tenían a sí mismos a su deber y a sus compañeros. Y sus recuerdos, aunque estos solían ser secretos de Estado, y permanecían en su mente bajo siete llaves,esa, esa mirada era la que tenía Tamarit.
Viste riguroso traje sacerdotal negro con alzacuellos, que contrasta con la tableta que sujeta en su mano derecha, mientras con la zurda arrastra una maleta troley.
Siglos XIII y XXI unidos en la misma persona.
-Buenos días Sargento.
-Buenos días Padre, ¿qué tal el viaje?.
-Demasiado corto, antes en un trayecto Valencia-Madrid en ferrocarril, uno tenía tiempo de leer, mirar el paisaje, y tomar un oscilante café con leche en el vagón cafetería, ahora cuando te das cuenta ya estas aquí, en Atocha, no término de entender esa obsesión que ahora presenta el hombre por hacerlo todo rápido, comer rápido, viajar rápido, el tiempo es el tiempo, y tiene su proceso, todo debería de seguir su proceso,,,,,añade pensativo.
-Ahora todo el mundo quiere no perder tiempo, aunque pensándolo bien, tiene usted razón, el tiempo nunca se pierde se invierte, y de nuestra sabiduría y experiencia depende invertirlo bien, o mal. Pero el mundo actual ha dejado esa mentalidad fuera de lugar, Platón tenía tiempo para pensar, a mi no me lo conceden.
-Bueno Sargento, como acaba de decir, el mundo actual no es amigo de las filosofías, así que informe me de la situación. Aparcaremos esta charla para otro momento.
-El asesino ha sido trasladado aquí por seguridad, en la Comandancia de Valencia podría haber huido, en la Dirección le tenemos encerrado en un sótano de hormigón. Se encuentra bien, no presenta remordimientos, tampoco parece tener temor ante su incierto futuro, ni tan siquiera curiosidad, responde a nuestras preguntas con monosílabos y deja pasar las horas, da la sensación de estar a la expectativa, es consciente de ser un monstruo, e intuye que vamos a adoptar alguna medida nada ortodoxa. De manera que está a la espera, viéndolas venir.
-El que cree que vamos a hacerle.
-No lo se, la verdad, cuando trato de interrogarle ni siquiera se a quien, o a que me dirijo, ¿ a quién pregunto, cuando preguntó, a Lucifer o al señor Cort?. ¿Quien esta ahora mismo dentro de ese cuerpo?.
Entonces el Padre Tamarit, me miro de una forma extraña, sin cambiar el paso giró la cabeza y me clavó esos ojos helados. Pero no con suficiencia como siempre hacia el arrogante cazador de demonios, sino de manera inquisitiva, e incluso con cierta admiración.
-Probablemente Sargento Granja, usted ya no tenga que demostrarme nada, ni a mi ni a nadie más. Pero aún así se lo voy a decir, es un gran investigador, ¿sabe por que?.
-Por que hago las preguntas exactas, en el momento preciso.
-Exacto.
-Le agradezco el cumplido, usted debe ser de esas personas poco proclives a halagar a los demás, de manera gratuita.
El cura había vuelto a su rictus inicial, mirada perdida que arrastraba sobre las personas con las que nos cruzábamos. Y con una leve risita, que intuyó en nuestro exorcista es lo más parecido a una carcajada que se le puede sacar, contesto sin mirarme, y regresando a esa soberbia que yo tanto odiaba.
-Créame, lo soy.
-No me ha contestado.
-La verdad todavía no lo se. No se todavía quien tiene el cien por cien del control sobre el cuerpo de ese desdichado.
Por cierto, y esta no es una cuestión baladí. ¿Qué piensan hacer con el cuando todo termine?.
-Depende, depende de lo que usted determine que es ese ser, Ni la Guardia Civil, ni el Poder Judicial, tienen ningún procedimiento para estos casos. Si usted lo exorcizara con éxito, imagino que se le podría juzgar , aunque depende de sí era consciente, o no de lo que hacia. 
Si usted no consigue sacar el demonio de dentro de Cort, no lo se. Por qué entonces supongo que a Cort, No se le puede considerar responsable de nada, la verdad, esta situación carece de precedentes, estamos improvisando con cada paso que damos.
Y la verdad, no se que ocurrirá esta tarde, como voy a suponer que sucederá dentro de tres días, este caso es una locura, una absoluta locura la cual todavía me resulta irreal. Mi yo consciente en parte se niega a aceptar todo esto, y desea despertarse en algún instante. Como sí todo esto fuera una macro pesadilla.
-No Raul, esto es real, muy real, y recuerde algo esencial.TODO debe seguir su curso, hay un orden natural de las cosas.
Dios así lo quiso.

Fín de el capítulo X de "El Hombre Gris".
En Valencia (España), a Mayo de 2014.
Ernesto.