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Después de perder mi terror tecnológico con el Facebook, me lanzo a la aventura definitiva, el plasmar mis vivencias, recuerdos y en otras ocasiones aventuras imaginarias. En este blog sin mas preámbulos, os doy a todos la bienvenida a este rincón del guerrero consciente.

sábado, 23 de noviembre de 2019

DESCUBRIMIENTO

"En mitad de la puta nada", eso fue lo primero que pensó el marinero Domingo de Lequeitio aquel alba del 8 de octubre de 1492. Y es que mirasen hacia donde mirasen, desde hacía un mes los marineros de la "Santa María", "La Pinta" y "La Niña", solo veían agua y más agua.
Ya se habían rezado las primeras oraciones del día, y los tripulantes se afanaban en fregar la cubierta y ajustar las jarcias y las velas para atrapar los traicioneros y cambiantes vientos.
-Oye Domingo, anoche volvió ha aparecer, los Gallegos la llaman "La Compaña", mide como dos metros tiene voz de mujer vieja y con la garganta quemada por el aguardiente, todo el cuerpo cubierto por un capote negro con capucha del que solo salen dos manos largas, huesudas y blancas como la leche, y lo mas jodido es que no tiene cara, esa voz muerta sale desde el interior de una capucha vacía. 
Es la cuarta noche que se aparece, y esa puta de "satanás" siempre dice lo mismo. "Saldréis, pero no regresareis, en la mar parte de vuestras entrañas dejareis".
Quien así hablaba era Juan Bermudo, marinero de Palos de La Frontera, que habiendo sido sorprendido en el lecho con la hija menor del posadero del puerto de su villa, (moza de catorce años de edad), y negándose a desposarla, alegando que la misma le había emborrachado para excitar sus calenturas varoniles. Pues siendo la susodicha poco agraciada y muy excesiva en carnes, no encontraba manera de que varón sobrio se interesase  en deshojar su flor.
Es por esto que, pese a la seria amenaza de horca, manifestó negarse al casamiento.
Finalmente librose Bermudo de colgar de la cuerda hasta morir, pues el Juez le conmutó la pena a cambio de enrolarse en "La Santa María". Así de desesperada estaba la Corona por reclutar tripulaciones para esta expedición, que encabezada por el Capitán General del Mar Océano Don Cristóbal Colón.
Debía llegar a Cipango(1) por el camino más corto, es decir circunnavegando esta tierra que esférica se supone que es. Aunque este capricho de Dios nuestro señor no está nada claro, y temerosos de caer al vacío al llegar al "Finisterrae"(2) , escasa es la marinería que de buen grado se ha embarcado en la expedición.
Bermudo compartía estas confidencias con Domingo, que como buen Vasco era Católico practicante y temeroso de Dios. Pero tanto o más era temeroso  de las "Sorgiñak"(3) las brujas, y demás adalides y representantes de "Lucifer", que desde la noche de los tiempos habitan en los valles recónditos de su Guipúzcoa natal.
-Calla Bermudo, y sigue en la faena, hay que tener el velamen bien puesto y la cubierta limpia antes de que a las once den el rancho.
-Sí, el único rancho caliente del día, que para dos semanas salimos y cuatro llevamos en el alta mar, que Dios confunda a ese hijo de mala madre de Colón.
esto lo añadió metiéndose por medio de la conversación, mientras tiraba con toda su alma de una de las "escotas"(4) Francisco García, un marinero de los pocos del buque que superaba los treinta años, con las manos duras como piedras y el cuerpo lleno de cicatrices de anzuelos y otras marcas de la mar, pues llevaba desde los trece años embarcando y desembarcando de todo tipo de bajeles (sobre todo pesqueros, pero también algún que otro corsario).
-Y sí, es cierto, "La Compaña" anoche le hablo a Diego Lorenzo el Alguacil, que habiendo apoyado este su bastón para impartir justicia en la "borda de popa"(5) , y estando el citado aliviándose en "el jardín"(6).
"La Compaña" apareciosele dándole semejante susto que el Alguacil saltó sin haber terminado de hacer sus cosas, desparramose por sus calzones la negrura que por culpa de la insalubre comida le salía a borbotones.
-Alto la faena, "se pone la mesana"(7) .
Era la orden que acababa de dar el primer oficial de "La Santa María".
Arrastrando los pies la tripulación de "La Nao Capitana"(8) se sienta en el suelo de la cubierta para devorar con avidez una escudilla de lentejas con sardinas, acompañado de un cuenco de vino infame, pero que endulzado con miel se podía beber.
Era el momento de la tripulación, cuando se comía e intercambiaban historias marineras, chistes y chanzas, que bien necesitada esto estaba la marinería, que hace treinta días salió hacia lo desconocido. Y ahora estaba en mitad de la mar, sin poder retroceder dada la escasez de provisiones, y sin saber hacia donde se avanzaba.
Sólo podían rezar para que ese Genovés que a la Reina Doña Isabel había engatusado, no fuese un botarate ni un iluminado.






(1) Cipango: Denominación medieval que en Europa se le daba a Japón, cuando apenas era conocido.

(2) Finisterrae: En Latín literal "fin de la tierra", cuando se pensaba que nuestro planeta era una tierra plana, se denominaba así a los límites de la misma.
(3) Sorgiñak: Bruja en Euskera, siglos después de la Cristianización, en todo el norte de España persistía un fuerte poso pagano, con importante presencia en la tradición oral de leyendas de brujas.
(4) Escotas: Cabo que sirve para poner tirantes las velas, de manera que queden lo mas cerca posible de la Borda.
(5) Borda de Popa: Extremo de la parte trasera del barco.
(6)Jardín: Asientos que se encontraban uno en el borde de popa, y otro en el borde de proa (parte delantera del buque), tenían un agujero que daba a un canal, que a su vez desaguaba directamente en el mar, servía para que los tripulantes hiciesen sus necesidades.
(7)Se pone la Mesana: Orden que indicaba que se servía el rancho en los barcos de la época.
(8)Nao Capitana: La pinta y La NIña eran carabelas, pero La Santa María era una Nao (Buque de mayor tamaño y capacidad), fue el barco en el que hizo el viaje Colón, y por lo tanto la nave que lideraba la Escuadra.




Fín del Capítulo I de "Descubrimiento".

En Valencia (España), a 23 de Noviembre de 2019.
Ernesto.