Son las 04.30 horas, la noche es bastante agradable pues estamos a finales del mes de septiembre, nuestro convoy se abre paso en la ciudad con velocidad, en primer lugar un coche con dos de mis hombres que nos dirigen a el domicilio donde esta refugiado el objetivo, pegado detrás un furgón en el que viaja el equipo de asalto de la Unidad Especial de Intervención, yo conduzco el tercer coche, a mi derecha el Coronel, sentado detrás un atemorizado Secretario Judicial. El cual al principio se negaba a dar fe de un registro a esas horas de la madrugada, hasta que se enteró que el ser a detener, era presuntamente reo del asesinato de cinco personas, habiendo dado muerte con sus propias manos a todas ellas, y que en la última de sus andanzas, perpetrada hace una semana, tras romper el cuello del cajero de una sucursal bancaria, atravesó para huir las dos puertas blindadas del establecimiento a patadas.
Ahora esta aterrado, como si el fuera quien va a entrar a practicar la detención, ja, me troncho.
-Raúl a cuanto estamos.
- No más de diez minutos mi coronel.
Conduzco y recapitulo mentalmente los episodios que nos llevan a esta madrugada, buscando algún fallo, alguna circunstancia anómala, alguna trampa.
Después del asesinato de Rafael Galán, transcurrieron varias semanas sin que Cort diera ninguna señal de su permanencia, (que no de vida), luego un mes, finalmente que sepamos a estado todo el verano inactivo, hasta que parece ser que los medios de vida ocultos, que tenía en alguna parte se agotaron y necesito dinero. Ese fue su fallo, ya me lo dijo Tamarit, no es el Diablo, es una persona y comete errores. Y el error fue que como se dice vulgarmente se pasó 10 pueblos, si hubiese realizado un atraco normal y corriente en la ciudad de Valencia, seguramente nunca hubiésemos tenido conocimiento del mismo, los compañeros de la Policía Nacional saben que le buscamos, pero no tiene antecedentes, por lo tanto sus huellas y su fotografía no están en el sistema, sólo con que no hubiese hecho el salvaje, se estaría buscando un atracador anónimo en tiempos de crisis, otro más, pero no, eso era demasiado para este maldito hijo adoptivo del demonio.
Tuvo qué entrar a cara descubierta en una sucursal Bancaria, romper el cuello sin mediar palabra de un empleado, arrancar de cuajo la caja registradora a la que este tenía acceso, y salir del banco atravesando a patadas dos puertas blindadas. A eso se le llama pasar desapercibido, si señor. Tras visionar la grabación de seguridad del Banco, le identifique sin lugar a dudas, salió de la sucursal como sí tal cosa tras guardar la caja en una mochila, y ponerse esta en la espalda, giro a su izquierda, no atravesó la Avenida Blasco Ibáñez, sesenta metros más adelante en la misma acera, siguiendo la dirección que tomo el asesino se encuentra otra Sucursal, tras ver la cinta de esa mañana le volvimos a ver, rebaso este Banco pasando por delante caminando por la acera en el mismo sentido, siguiente cámara de seguridad una Farmacia,la rebasa, en la siguiente área video vigilada de esa acera, un Concesionario de automóviles el sujeto ya no aparece. Luego, giró a su izquierda o derecha entre la farmacia y el concesionario.
Repasamos el Padrón Municipal de las dos calles en ambos sentidos descritos, sin muchas esperanzas, si era inmortal, por que no caminar varios kilómetros, o simplemente lo más lógico, que se dirigiera a recoger un coche.
Pero no, para nuestra sorpresa una Tia del asesino de más de noventa años de edad, soltera y sin hijos, y que en la actualidad esta residiendo internada en un centro público para mayores. Tiene un inmueble en la Plaza de Honduras de Valencia, a diez minutos escasos a pie de la entidad financiera atracada.
Ayer establecimos un operativo de vigilancia en el barrio de más de diez Agentes encubiertos, un gorrilla aparcacoches , unos falsos pintores, hasta un ciego con bastón y perro incluidos.
Y Bingo,,,, nuestro poseso fue fotografiado saliendo del portal donde su Tia tiene el piso, y tomando un café con leche en el bar de al lado, el muy hijo de puta, un muerto viviente homicida tomando un café en un bar y leyendo el periódico,,,,,hay que joderse.
Vuelvo a la realidad cuando aminoramos la marcha.
-Estamos muy cerca, usted se quedará aquí, dentro del coche, el Coronel y yo nos acercaremos hasta el edificio, y cuando todo terminé vendremos a por usted, para la práctica del registro.
-¿Pero si sale mal, la detención quiero decir, no puede ser que EL venga en esta dirección no?.
Mi jefe exasperado irrumpe en la conversación.
-Suponiendo que el asesino, pueda matar a 10 Guardias de la UEI, más todos los demás Guardias Civiles que rodearemos el edificio, suponiendo todo eso, no, no creo que llegue hasta donde permanecerá este coche aparcado y se preocupé de Usted, probablemente estará bastante ocupado corriendo con 15 o 20 impactos de bala en el cuerpo.
Caminamos despacio, los Agentes que permanecen cercando la vivienda durante toda la noche, nos han dicho por radio que el objetivo tiene que estar dentro, no hubo movimientos en ningún momento, Nos paramos para no adelantarnos, a unos diez metros delante nuestro, el equipo de asalto desciende de la furgoneta en absoluto silencio, cámaras de visión nocturna sobre los cascos blindados, subfusiles H&K colgados de la espalda, granadas y múltiples cargadores de munición en los chalecos antibalas, nadie lleva teléfonos móviles ni relojes con alarma, un par de Guardias del equipo mira a la noche estrellada y se santigua, ellos saben la verdad, se lo dijimos hace dos horas, sus caras se descompusieron bastante la verdad, pero el jefe de equipo probablemente para evitar el hundimiento de la moral guerrera de los componentes, realizo dos puntualizaciones que me dejaron boquiabierto.
-Enseñadnos donde esta, ya nos las arreglaremos para matarle o reducirle, tu le hiciste sangrar y no pudo matarte no, pues ya esta.
Tras hacer este simple, pero realmente acertado análisis, el compañero con el rostro cariacontecido,pronuncio una sentencia fatalista. En la cual resumía su oficio.
-Asesinos profesionales, terrorista suicidas o zombis, que mas da, un hijo de puta es un hijo de puta.
Deduzco que están muertos de miedo, pero esta gente no lo reconocería en la vida.
El equipo de asalto esta formado, les veo avanzar en plena oscuridad en fila India pegados a la pared con las armas en las manos, se acercan a una esquina, cuando la doblen estarán a unos metros a la derecha del portal, miro hacia arriba, ninguna luz en el piso donde se supone esta el asesino, debería estar durmiendo, ¿el dormirá?.
Fin del capítulo VIII de El Hombre Gris.
En Valencia (España), a septiembre de 2013.
Ernesto.
