BIENVENIDOS

Después de perder mi terror tecnológico con el Facebook, me lanzo a la aventura definitiva, el plasmar mis vivencias, recuerdos y en otras ocasiones aventuras imaginarias. En este blog sin mas preámbulos, os doy a todos la bienvenida a este rincón del guerrero consciente.

domingo, 26 de febrero de 2012

RECUERDOS DE ÁGUILA III




 En el despacho predominan las maderas nobles y oscuras un soberbio retrato de lo que supongo era un Cardenal u Obispo lo preside , el ambiente es bastante oscuro, por la ventana enrejada que da al exterior apenas entra la luz del sol a pesar de ser cerca de las 12 del mediodía.  Llevo el peor mes de mi vida, pero no puedo evitar el sonreír por dentro, pues todo acompaña a la perfección la reunión que voy a tener. Me encuentro en la segunda planta del Arzobispado en Valencia, y estoy esperando al Exorcista.
-Buenos días señor Muñoz.
Me ha saludado un varón de unos 45 años, mas bien bajo aunque corpulento con una poblada barba oscura y de mirada inquisitiva y dura, no parece un cura, irradia seguridad en si mismo y hostilidad, me recuerda a uno de esos Policías de las películas que comen un bocadillo observando a un cadáver desmembrado, y que a los Díez minutos  de llegar, le están preguntando a la viuda donde estaba ayer a las cinco de la tarde con la mujer todavía llorando como una magdalena. Si supongo que eso es este tipo, un Guardia frente a lo desconocido, un soldado de Dios.
-Buenos días, ¿el Padre Tamarit supongo?, el Exorcista.
-  Si soy Vicente Tamarit, encantado de conocerle, la Conferencia Episcopal me ha enviado para ponerme al frente de su caso, en el AVE y esta noche en el Hotel, me ha dado tiempo a leer todos los informes. ¿ Cree usted en Dios Ernesto?
- Hasta hace un mes solo creía en lo que podía ver y tocar, ahora mi visión de la vida ha cambiado por completo, yo mejor que nadie se que existe algo hay fuera llámelo Dios, Demonio, energía extracorpórea o lo que sea. Y me han dicho que ustedes son los únicos que me pueden creer, y sobre todo son los únicos que saben como luchar contra ESO.
-Eso, como usted lo llama, suponiendo que sea verdad lo que ha declarado, son los espíritus de los Soldados fallecidos en aquella fecha histórica y que habiendo muerto embriagados en odio hacia su antepasado, puede que uno o varios de ellos con los últimos suspiros de la vida, le ofrecieran su alma al Demonio a cambio de que este permitiera su venganza. Y  han estado doscientos años en la famosa finca, esperando a que otro Muñoz les desafiara.
-Eso esta claro, no quiero ser incorrecto, pero llevo un mes con pesadillas, eso cuando tengo suerte y puedo dormir. Como va a solucionar el problema.
-Vamos, usted viene conmigo, ya que es una persona tan directa yo seré igualmente sincero, si usted que es su objetivo no esta presente no se manifestaran digamos que le necesito como reactivo.
-Reactivo, chorradas me quiere como cebo, y la respuesta es no.
-Si le necesito para que actúen frente a mi, llámelo como quiera, y esto no es negociable, no me gusta su actitud, a las cuatro de la tarde estaré con mi conductor montado en el coche oficial del Arzobispado preparados para salir desde la C/ de la Paz, a doscientos metros de aquí, le daré diez minutos de margen, si no se presenta volveré a Madrid en el primer AVE de esa tarde y usted permanecerá con “su problema” para siempre.
Evidentemente me he visto obligado a aceptar el ultimátum son las cinco y media de la tarde, estoy sentado en el asiento del copiloto para servir de guía,  tengo una sensación extraña, estoy entrando en el valle otra vez. Me había prometido no volver, y aquí estoy, sentado en el asiento de atrás el Exorcista, no ha abierto la boca en todo el trayecto, no le caigo bien y no se molesta en disimularlo, tampoco procura ser amable con su subordinado, simplemente es el mismo, un ejecutor con una misión, noto su mirada en el espejo central lo escudriña todo, estudia el paisaje, reconoce el terreno.
Hemos llegado, tras atravesar la verja que derribe con mi coche hace treinta días, aparcamos frente a las ruinas de “la casa del francés”, la cual vemos que ardió hasta los cimientos, nadie ha venido aquí desde entonces, o al menos no hay ninguna señal de presencia humana, al menos viva.
-Es este el lugar ¿verdad?.
-Si , ya lo sabe Padre. No me contesta ni me mira, el Exorcista comienza a dar vueltas a la casa, el conductor abre el maletero del coche y saca un crucifijo, un recipiente con agua bendita, y el orarium, me he documentado a conciencia de modo que reconozco todos los objetos, Tamarit se pone su orarium de color morado entorno al cuello, por encima de la sotana de manera lenta y ceremonial es un Samurai o un Matador de Toros preparándose para entrar en acción, el conductor se santigua y le pasa el crucifijo y el agua bendita.
Estoy asustado, el Cura ha comenzado el Rito Romano de exorcismos,  esta realizando la aspersión del agua bendita sobre las ruinas de la casa, mientras inicia la oración letanica para arrojar al Demonio, entonces todo volvió a empezar. Esta en el aire sobre nosotros, el águila nos sobrevuela y noto como ha fijado sus ojos en mi.
-Padre cuidado están aquí.
-Silencio, cállese métase en el coche si quiere, me ha interpelado el conductor.
-He recitado la palabra de Díos y te ordeno irte de este lugar, dice el exorcista mientras pone sus manos sobre unas vigas.
-Padre Nuestro que estas en el Cielo, santificado sea tu nombre venga a nosotros tu Reino
Entonces comienza a oírse un ruido intenso, no me lo puedo creer CABALLOS, me doy la vuelta y de entre los olivos surge una carga de caballería. 15 o 20 soldados con uniformes de época, a lomos de corceles negros se nos vienen encima con las espadas desenvainadas y gritando como posesos.  Corro a refugiarme en el vehículo, pero esta cerrado y el conductor esta hechizado mirando a la Caballería fantasma que esta a menos de doscientos metros.
-Hágase tu voluntad en la Tierra como en el cielo, el Cura se ha puesto frente a los caballeros que se acercan a galope tendido, reza el Padrenuestro, y levanta el crucifijo con las dos manos, ni siquiera le tiembla la voz, esta loco o tiene un par de huevos, o las dos cosas. Me lanzo al suelo, algo húmedo me toca el cuello…… joder es la cabeza del conductor, lo han decapitado y su cráneo ha caído sobre mi espalda.
-SATAN TE ORDENO QUE TE ALEJES DE ESTE LUGAR, TE LO ORDENO EN EL NOMBRE DE DÍOS, la Caballería fantasma traza círculos entorno al Cura, pero no le tocan, corro ha ponerme junto a el, silbido a mi espalda, me agacho, esquivando un sablazo, me giro y lanzo a la cabeza del jinete lo único que tengo a mano mi llavero LUCHO CON UN FANTASMA, esto es demencial.
-Ernesto pégate a mi, en el nombre de Dios alejaos de este hombre inocente, yo os lo ordeno.
Me siento bien, estoy en paz todo debe de haber terminado se acabo el miedo, finalizo la angustia y el dolor.
Y me veo, debo de estar unos cinco metros sobre el suelo, no se como ni por que. Abajo en el suelo se encuentra mi cuerpo, tengo una brutal herida en el centro de mi pecho, de la cual mana la sangre a borbotones.
Es mi cadáver, el conductor del coche eclesiástico y yo yacemos en el suelo a unos metros de distancia el uno del otro. Los jinetes fantasmas han desaparecido, y el Padre Tamarit esta haciendo el signo de la Cruz con su brazo derecho a mi cuerpo, mientras unas lagrimas resbalan por sus mejillas, a mi misma altura esta ella, el águila, ya no hay odio en sus ojos, ni siquiera frialdad, se ha situado junto a mi espíritu, y se que debo seguirla  el águila me guiara, no se donde pero no tengo miedo, pues todo termino.
Fin de Recuerdos de Águila.
En Valencia (España), a febrero de 2012.
Ernesto.

domingo, 19 de febrero de 2012

RECUERDOS DE ÁGUILA II


Debo de estar llegando, el camino ya no esta asfaltado desde hace 4 kilómetros , es una pista forestal de baches insoportables que transcurre entre carrascales y encinares. La tarde es perfecta, aunque me corroe la ansiedad, estoy deseando llegar a la “Casa del Frances” y ver que hay en ese lugar, de la historia de mi familia. Estoy seguro que mi antepasado Fernando no fue un santo, pero tampoco un monstruo, las guerras sacan lo peor de cada uno de nosotros,  el ser humano cuando esta caminando por el filo del abismo siempre opta por sobrevivir es algo natural , aunque tengamos que hacer cosas terribles, puntualmente las hacemos con tal de salvar el pellejo y eso no nos convierte en monstruos sino en mas humanos, las personas al contrario que los ordenadores o los microondas no tenemos especificaciones técnicas, nosotros tenemos virtudes y defectos.
Miro otra vez a ese Ave, parece una rapaz un águila o un halcón no lo se no entiendo mucho de pájaros, me sigue desde que deje el asfalto, con su elegante planeo sobrevuela mi coche intermitentemente. Y entonces veo una casa al final del camino, tras pararme me bajo y la observo en la distancia, esta en el fondo de un valle en el que acabo de entrar, a unos 500 metros encajonada entre dos montañas cubiertas de tupido bosque, y ocupando el extremo de una amplísima finca en la que reinan los campos  de higueras y olivos . Cuando llego a la verja de entrada ya no es posible la  duda, junto a esta se yergue en el suelo un mojón de piedra con la inscripción grabada VILLA MUÑOZ.
No se quien cuida la finca, pero los árboles no parecen abandonados pero lo mas sorprendente es que la casa por dentro esta en perfecto estado, estoy viviendo un viaje en el tiempo, estantes repletos con libros de piel ediciones de los siglos XVII y XVIII, una chimenea limpísima no parece haberse usado en muchos años, y ni una mota de polvo en toda la villa en ninguna de sus tres plantas, como si hoy mismo se hubiese pasado la aspiradora, aunque esto es imposible claro, ya que tras recorrer la villa  compruebo que carece de luz y teléfono, y el agua es de pozo. Madre mía si quiero pasar aquí algunos fines de semana tendré que hacer un montón de cambios, también tengo que averiguar quien es el responsable del mantenimiento de la propiedad, alguien tiene que haber desde luego, pues como digo la casa esta inmaculada y entre los árboles tampoco asoma ni una sola mala hierba.
en honor a los patriotas, en este lugar asesinados el  día 10 de Noviembre del 1811. Por España ; y el que quiera defenderla honrado muera, y el que traidor la abandone no tenga quien le perdone, ni en  Tierra Santa cobijo, ni una cruz en sus despojos, ni las manos de un buen hijo para cerrarle los ojos.”
Me da escalofríos, esta inscripción se encuentra en una placa grabada en la pared de la casa en su parte posterior, desde luego Fernando Muñoz murió solo como  un leproso y perseguido por la locura, en el exilio.
Ya es de noche,  no necesitaba encontrar esa placa conmemorativa ahora, ojala hubiese sido mañana  , la temperatura esta bajando y entro en la vivienda envolviéndome una agradable sensación de calor. La chimenea esta encendida, como es posible…… no quiero agobiarme, seguro que la encendí y no me acuerdo…. Por que  trato de engañarme  a mi mismo, no, yo no he encendido la chimenea, pero no tengo que ponerme nervioso esto tiene que tener una explicación.
Otra vez ese águila, nuevamente a baja altura planeando frente a la casa las alas quietas majestuosa, siento como me mira, con la luna iluminándola a su espalda creo ver sus ojos fríos brillando en la oscuridad clavados en mí. Las águilas no encienden chimeneas, que esta pasando, las llaves del coche están en el piso de arriba voy a por ellas y me vuelvo a Valencia ahora mismo, tomo a modo de antorcha un madero encendido de la chimenea, intento subir rápido por la escalera pero sin partirme la cabeza, a pesar de eso tropiezo, la antorcha se me resbala quemándome, que es esto, que me hizo caer, es el peldaño resbala , no, se mueve, cuando recupero la antorcha los veo. Centenares,  miles de gusanos cubren toda la escalera, estoy tumbado entre ellos noto la viscosidad contra mi mejilla, eso me hizo caer, una nube de gusanos envuelve la escalera. Corro aterrorizado por el pasillo, mientras recuerdo como toda la casa estaba limpia hace media hora, esto no puede estar pasando, ya tengo las llaves gracias a dios y entonces en el claroscuro proyectado por la madera encendida, veo el origen de los bichos, un cadáver cuelga de una horca en el centro del pasillo, por dios acabo de pasar por ahí JODER….. El instinto de supervivencia me hace abrir una puerta de una patada, es el dormitorio por ahí no puedo huir, pero me puedo fabricar un escudo, tras lanzar la antorcha a la cama que prende al instante, tomo la colcha envuelta en llamas y salgo con ella abrasándome las manos, pero tengo que pasar por donde esta el ahorcado, y solo pienso en llevar algo que me proteja. El cadáver que pende en el pasillo me mira y mueve los brazos, lleva puesto un uniforme Militar de época le lanzo la colcha ardiente, he bajado las escaleras rodando creo, no lo se, me levanto del suelo con las piernas doloridas del golpe y mis pantalones  empapados por mi orín y mis heces, la puerta de la casa esta cerrada, ellos no quieren que huya, estoy atrapado en el incendio que se extiende. Necesito salir, de manera que abrazado a una silla como un ariete humano  embisto el ventanal atravesándolo.
 Por fin estoy alejándome en mi coche, cuando mi ventanilla se agrieta con un fuerte impacto, es ese maldito pájaro que esta atacando el vehículo, ha intentado darme un picotazo en la cabeza estampándose contra el cristal. Me da igual todo, atravieso la puerta de la verja golpeándola.  Y mientras huyo miro por el retrovisor, “la Casa del Frances” esta siendo devorada por las llamas, pero estoy vivo, jamás volveré, y jamás permitiré que nadie de mi familia pise en el futuro esta finca maldita.
Fin del capítulo II.
En Valencia (España) a Febrero de 2012.
Ernesto. 


jueves, 2 de febrero de 2012

RECUERDOS DE ÁGUILA


Miro el sobre atentamente, mientras apuro mi café con leche, acabo de salir de la Notaria. De el testamento de mi abuelo me corresponden este sobre, y las escrituras de propiedad de una finca familiar cuya existencia mi padre y yo ignorábamos, y que dista unos veinte kilómetros de Utiel  en alguna parte entre las provincias de Cuenca y Valencia, se llama “Villa Muñoz”. Aunque por lo visto los pocos que hoy día la conocen se refieren a ella como “la casa del Frances”.
Mi abuelo José Fernando ha muerto a los noventa y siete años, una noche se acostó y simplemente no despertó mas,  su reloj se paro de puro agotamiento tras toda una vida de duro trabajo. Era un hombre reservado pero cercano, de comidas familiares los Domingos y regalos navideños para todos sus nietos etc…, por eso es raro que nunca nos hablara de la “casa del Frances” a mi Padre o a mí.
Además de unas pesadas y de antiquísima apariencia llaves metálicas (que supongo serán las de la propiedad), el sobre contiene una nota explicativa para mí.
Ernesto, supongo que te sorprenderá el saber que tenemos una villa en el campo, y mas todavía que nuestra familia mando construir la misma en el siglo XVIII. Es un secreto que en nuestro linaje se transmite de un varón a otro, a veces saltándose escalones, como he hecho con tu Padre, no por nada, simplemente por que tu padre es un buen hombre, puede que demasiado bueno.
La existencia de esta finca es un pesado legado que soportamos los portadores de tu apellido.
Nuestro antepasado Fernando Muñoz, durante la guerra de la independencia era un reconocido prohombre, médico avezado cobraba por sus servicios a los ricos, y atendía gratis al pueblo, elaborando personalmente los remedios y medicinas, también era un comprometido patriota que cuando nuestras tropas se tuvieron que replegar, para defender los muros de Valencia, atendía de sus heridas a los guerrilleros que caían hostigando a las tropas de ocupación Napoleónicas.
Todo el mundo le quería y confiaba en el, un día, un pastor llego a la comarca con un mensaje de Valencia. La Junta Provincial de Resistencia ordenaba a los guerrilleros de Utiel, Requena, Camporrobles, y otras Pedanías y Villas próximas, que se agruparan para lanzar un contraataque. Era necesario cortar las vías de aprovisionamiento Francesas desde el centro de la península, con el fin de ganar tiempo para que los refuerzos Españoles llegaran desde Cartagena, y poder quebrar el asedio de la Capital del Turia.
Nuestro antepasado convoco en su villa una reunión de todos los jefes guerrilleros con sus lugartenientes, que todos se juntaran era arriesgado, pero coordinar esa operación por medio de mensajeros era imposible. Como “Villa Muñoz” era una casa aislada, a la cual era imposible aproximarse por el valle sin ser visto, de fácil defensa, y sobre todo dado el crédito del que disfrutaba el convocante de la reunión entre la Guerrilla, todos los Patriotas aceptaron el acudir el 10 de Noviembre del 1811 a las diez de la noche. Pero algo horrible ocurrió, a las diez y media, estando todos los Mandos de la Resistencia, discutiendo los detalles operativos tras conocer las órdenes que llegaban desde Valencia, Fernando Muñoz el anfitrión, se ausento de la casa disimuladamente, y encendió el farol de la puerta principal, era una señal. De los graneros de la propiedad surgieron súbitamente un centenar largo de Fusileros Franceses, que irrumpieron en “Villa Muñoz” por todas sus puertas.
Dieron muerte a todos los allí reunidos que lucharon bravamente vendiendo caro su pellejo, pero carecían de  toda oportunidad, murieron luchando sabiéndose traicionados por D. Fernando el médico. Pero hay mas, cuando la refriega ya estaba decidida, Fernando entro en la casa e identifico ante los Franceses a los principales líderes, los que ya estaban muertos tuvieron suerte, los heridos sufrieron antes de morir atroces tormentos en el transcurso de brutales interrogatorios, ojos sacados de sus cuencas con hierros candentes, clavos introducidos en las rodillas a martillazos de un lado a otro de la pierna, y cosas que no quiero ni nombrar.
Nadie supo cuanto le pagaron, todos ignoraron por que Fernando hizo aquello, el mismo, cuando ganamos la guerra evidentemente se exilio en Francia, y posteriormente en Inglaterra, muriendo en Londres solo y enloquecido por los remordimientos el 10 de Marzo de 1832 a la edad de 55 años.
Como ahora comprenderás, en nuestra familia se estableció una Ley de silencio y olvido, la ignominia de uno no tenia por que manchar a todos. Ernesto ahora tu conoces la historia, tu obligación es mantener ambos el secreto y la finca, te lo encargo a ti por que te considero digno de esa empresa, conoce la verdad y la verdad te hará libre. Y solo me atrevo a darte un consejo TEN CUIDADO
Fdo Tu Abuelo José Fernando.”
Tras leer la carta de mi Abuelo estoy alucinando, son las dos de la tarde pero no quiero ni comer, adjunto al manuscrito en el sobre hay un plano que indica con exactitud la localización de “Villa Muñoz”, o como me gusta mas la “casa del Frances”.
De manera que pago el café, subo a mi coche y tomo la Autovia A-3, desde Valencia si el tráfico lo permite, estaré en unos noventa minutos en la casa.
Fin del I Capítulo.
 En Valencia (España) a Febrero de 2012.
Ernesto.