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Después de perder mi terror tecnológico con el Facebook, me lanzo a la aventura definitiva, el plasmar mis vivencias, recuerdos y en otras ocasiones aventuras imaginarias. En este blog sin mas preámbulos, os doy a todos la bienvenida a este rincón del guerrero consciente.

domingo, 9 de marzo de 2014

EL HOMBRE GRIS IX

En los 9 años que llevo en la UEI, uno se acostumbra a improvisar, a adaptarse a entornos de todo tipo para realizar la misión. Pero hoy ha sido lo máximo, hace un par de horas la UCO nos dijo que el asesino que habíamos venido a detener a Valencia era un muerto viviente, vamos no me jodas.
Le voy dando vueltas al plan mientras subimos en silencio por las escaleras, el compañero de apertura volara la cerradura, y cuatro parejas de asalto cubiertas por un escudo balístico entraremos en la casa, se supone que es una vivienda pequeña tres habitaciones, salón, cuarto de baño y cocina, en forma de L.
El escudo balístico correrá hacia las habitaciones, mientras limpiamos cocina y comedor, no sea que el hijo de puta tenga insomnio y este haciéndose un cola cao, aunque si lo que dice la UCO es verdad. ¿ dormirá?, planta once, faltan dos pisos, sí lo que dicen los investigadores es cierto, es muy difícil matarle pero si es factible el reducirle, en uno contra uno el zombi no pudo cargarse a ese tal Granja, que tampoco parece gran cosa.
Planta doce: aquí se queda el compañero que cubre la escalera de bajada, cuando el escudo llegue frente a las habitaciones, imagino que el saldrá, y la tendremos, disparos en las piernas, y nos echamos sobre el.
Todo debería de salir bien, debería.
Décimotercera, aquí es, la formación se detiene en la escalera. Sin hablar pulsó dos veces la tecla de la emisora, es la señal convenida para que el compañero que está en los contadores de la comunidad, anule la luz de la vivienda del objetivo.
Ya con las gafas de visión nocturna puestas, me agacho y me asomo al descansillo, nadie, por la ranura debajo de la puerta tampoco se percibe nada, el silencio es absoluto, sólo los latidos fuertes de mi corazón martilleando en la cabeza. Mi cerebro ya ha dado la orden de segregar la adrenalina, todo ha comenzado.
Kkkkkllack.
Las cerraduras han volado por los aires, el compañero que porta el escudo balístico avanza por un pequeño pasillo hasta el salón, voy pegado a el, con el cañón de mi subfusil apuntando al frente justo por la derecha del escudo.
-Limpio.
Estamos cubriendo el final del pasillo, mientras se limpian la cocina y el salón, cuando veo un brillo metálico y dos ojos.
-Guardia Civil, alto.
Todo se precipita, en décimas de segundo he realizado dos disparos, el hacha a caído al suelo, le di en el brazo armado. Pero el objetivo se repone, y a pesar de que Julián el compañero que lleva el escudo pesa 95 kilos, sale volando hacia atrás gimiendo al quedar sus pulmones totalmente vaciados de aire por el tremendo golpe, de una patada el objetivo saco a Julián del pasillo para retroceder hasta una habitación.
Me ha adelantado otra pareja,ya que cuando el compañero del escudo salió proyectado, yo que estaba pegado a el no llegue a caer, pero durante casi un segundo me tambalee como en la cubierta de un buque en plena tempestad.
-Pum, alto, al suelo.
Es una habitación pequeña, solitaria cama desvencijada, entre una ventana por la que penetra la penumbra del patio de luces y un enorme armario rústico, apenas hay espació para pelear, otro Agente de la UEI le dispara dos veces a quemarropa en una pierna, mientras el no muerto le sujeta por el chaleco antibalas, el Guardia le da una patada en la pierna herida para derribar al asesino, pero esté lo levanta en vilo y lo echa por la ventana ayudandose de un brusco giro de cadera.
Mientras el Guardia Civil atraviesa los cristales con un rictus de terror en la cara, y se precipita al vacío, su compañero esta respondiendo, se escuchan otras dos detonaciones, el asesino desequilibrado con ambas piernas tiroteadas se sujeta al cabecero de la cama para no caer, El Guardia que le ha disparado, con un gesto de triunfo en la cara se lanza sobre Cort dandole un culatazo en la mandíbula, cuando el asesino cae, el Guardia cree rematarlo con una brutal patada en la cabeza,pero este se rehace y desde el suelo consigue tomar el pie que le ha golpeado girándolo 90 grados hacia abajo destrozando el tobillo del compañero.
La tercera pareja de asalto esta entrando en la habitación, pero es tarde, cuando Enrique así se llamaba el Agente, mi compañero,cae, ese hijo de puta le rompe el cuello de un tirón seco del casco blindado.
Más disparos, la tercera pareja esta disparando, yo también, me he tirado al suelo para tener ángulo de tiro en ese mínimo espacio, y mientras disparo, una, dos , hasta en tres ocasiones, en el pecho de ese criminal.
Silencio, dos cadáveres en el suelo, cristales y casquillos de bala por todas partes.
-Grilletes, hay que esposarle de pies y manos.
-Sargento, esta como un colador, lo hemos matado.
-¿Olvidáis la reunión con los de la UCO?.
-No esta vivo.
-Obedeced, coño, vamos a esposarlo de pies y manos, y con doble grillete.
-UCO,¿me recibís?.
-Si adelante.
-Le tenemos, podéis subir.
Los tres minutos que tardaron el Coronel y el Sargento de UCO en subir, fueron los más largos de mi vida, probablemente los otros 5 compañeros supervivientes del equipo piensen lo mismo, ¿cuándo antes se ha custodiado un detenido así?.
Sentado apoyando su espalda contra el armario, con dos pares de grilletes sujetando sus brazos, e igual medida de seguridad sobre sus piernas. Como digo sentado vivito y coleando, con once impactos de bala en el cuerpo, de los cuales cuatro en el pecho y uno en la cabeza, en el centro de la frente, entre los ojos.
La mirada perdida en la tenue claridad de la madrugada que se filtra por la ventana, y respirando pausadamente, como si estuviese concentrado tratando de recordar algo. 
Hasta qué giró la cabeza y les vio.
-Oh, buenas noches, Sargento,,,,, ¿Granja?, veo que me ha vuelto a encontrar, bien ¿y ahora?.

Fin de El Hombre Gris IX
En Valencia (España), a Marzo de 2014.
Ernesto.