¿Cuál es la imagen que tenemos de un mercenario?. Supongo que habrá muchas, yo os voy a describir uno de verdad.
El Lobo del Tercio (le llamaremos siempre así, su nombre real es irrelevante y peligroso en su oficio). Es un tipo de 51 años trata de mantenerse en forma, pero ya no es lo que era. Es un Suboficial de la Brigada Paracaidista que dejo el ejercito por una mezcla de astio e incompatibilidad de caracteres con los oficiales de 23 años provenientes de la elitista Academia General Militar, que todos piensan que son Napoleón o Rommel y que tratan de adaptar la infantería a ellos, en lugar de adaptarse ellos a la infantería que existe desde hace miles de años, Mientras que ellos existen desde hace 23.
Después de estar durante 20 años mandando pelotones en diferentes Republicas de la antigua Yugoslavia, Irak y Afganistán, tras la enésima bronca y sanción disciplinaria, un buen día el Lobo del Tercio se encontró con un expediente de perdidas de aptitudes psicofísicas.
Y antes de que lo mandaran a dirigir una oficina de abastecimiento en Cáceres o Melilla. Mando a freír espárragos al Ejercito Español .
A nuestro protagonista de hoy le quedaron tres cosas:
Una exmujer que no le hablaba.
Dos niños que veía menos de lo deseado, y que eran la única luz en su vida, (y lo que impidió que se volara los sesos.)
Y una buena colección de libros de Historia, especialmente Roma y siglos XVI y XVII.
Además sabia tras muchos años de oficio hacer otras tres cosas:
Hablar Ingles y chapurrear aceptablemente Serbocroata y algo de Árabe.
Sabía adaptarse al entorno, estudiar a los objetivos para realizar las ejecuciones limpiamente, y sobre todo.
Sabía matar, y desaparecer.
Ninguna de estas aptitudes profesionales sirven para encontrar trabajo en la sociedad ni repartiendo publicidad.
Pero nuestro Lobo solo vivía en la sociedad en apariencia, en realidad vivía debajo de ella en las cloacas. Limpiando su mierda.
Tenia como tapadera y lavadora de dinero una tienda de deportes no muy lejos de la estación de Atocha, que para su sorpresa algún mes incluso daba beneficios, también tenia un pisito con dos habitaciones libres para cuando podían visitarle sus vástagos, el resto del inmueble estaba ocupado por sus libros, DVD de cine clásico ( Los Doce del patíbulo, 55 días en Pekin, Zulu, los cañones de Navarone y cosas así) una cinta de correr y una barra de nominadas. Alternaba la tienda con algún contrato de 3 o 6 meses en Kurdistan ,trabajando para las YPG(1) o El Consejo Militar Sirio(2), o en Donbass , donde trabajaba para los Rusos.
Nuestro Lobo pasaba de las Milicias Comunistas Kurdas y del Gobierno de Zelensky, la YPG pagaba con Dólares del Tío Sam y los Rusos también eran serios, si tu estabas en la trinchera disparando ellos te pagaban y cuando cumplías el tiempo de servicio negociado te dejaban irte.
Con las milicias de idealistas igualitarios cobrabas en cromos del coyote, y el Ejercito Ucraniano tenia la desagradable costumbre de dejarte “sine die” en la línea del frente, se de alguno que cumplió los 6 meses negociados en primera linea ,y tuvo que salir de ahí robando ropa civil y un coche.
El Lobo no era muy sociable, esta mañana estaba en el almacén de su tienda en compañía de un café con leche y el libro de cuentas de la tienda, el Lobo tenía que periódicamente hinchar el mismo con ventas imaginarias, y lo que es peor, pagar el IVA de las mismas, aunque como el plan b es ir a la cárcel, el Lobo del Tercio pagaba gustosamente los impuestos y el sueldo de Emilio un antiguo compañero del Ejercito.
Emilio sirvió bajo el mando del Lobo durante mas de cuatro años, fuerte como un roble y extraordinariamente dotado para los deportes de lucha, tras ganar varios campeonatos de MMA decidió probar suerte y competir en categoría profesional.
Hasta que una noche entro en la curva demasiado rápido, o talvez el suelo estaba mojado, quien sabe si no serían los dos gramos de cocaína que acababa de meterse. El caso es que en esa curva la moto fue a la izquierda y Emilio a la derecha.
Cuando despertó en el hospital al día siguiente, tardo un rato en darse cuenta de que no veía muy bien porque…..le faltaba el ojo izquierdo.
Ahora Emilio vendía zapatillas de deporte , mallas de ciclismo. Y cubría al Lobo en algunas misiones dentro de España.
Cuando Emilio salió de aquel hospital sabía que no podía volver al ejercito ni podía volver a pelear, estaba literalmente acabado, había oído hablar una ONG que cuidaba de veteranos que se habían quedado en la indigencia, Emilio “mano de piedra” (su nombre de luchador), carecía de familia y todos sus amigos eran soldados y alguna que otra promesa de la lucha que quedo en nada, como el, si, “mano de piedra” en unas semanas estaría en situación de indigencia.
Pero mientras Emilio le daba vueltas a esto en la acera del hospital, de un coche surgieron señales repetidas y un par de toques de claxon, Emilio sonrió conocía a aquel tipo.
-A la orden mi Brigada.
-Ya no soy eso, pensé que lo sabias lo he dejado, como tu.
-Si, algo me dijeron, ¿Qué tal le va?.
-Voy tirando.
El Lobo se quito las gafas de sol y miro a los ojos al luchador.
-¿Tienes a donde ir?
Como toda respuesta Emilio “mano de piedra” metió su mochila en el maletero del Lobo, y se sentó junto a el en el coche, a veces cuando dos personas se conocen las palabras no son necesarias. Además fue una transición natural Emilio paso casi cinco años obedeciendo ciegamente al Lobo en la Brigada Paracaidista ,y El Lobo cuidaba de ellos, de todo el pelotón los devolvía vivos a Base tras cada Misión.
Todo seguiría igual, el Lobo cuidaría de el, y Emilio haría todo lo que el Lobo le dijese, entregar una bici de “spining” a un cliente, o hacer un “mataleón” a un vigilante nocturno mientras su jefe se colaba en un chalet de La Moraleja para eliminar a un objetivo.
El Lobo mientras realizaba su creatividad financiera, escucho un aviso del móvil que el reconocía, desbloqueo el terminal hizo un pantallazo (luego memorizaría el texto con mas tiempo y ya borraría todo rastro de comunicación). Y espero a que el mensaje de chat secreto desapareciera de la pantalla. Apuro el café de un trago y con la mirada fija en las estanterías llenas de camisetas levanto la voz para ser oído desde el mostrador.
-Emilio, tenemos un encargo.
(1) YPG Unidades de Protección Popular: Milicia Kurda muy relevante en la lucha contra Estado Islámico, apoyada económica y militarmente con fuerza por USA .
(2) Consejo Militar Sirio: Milicia del pueblo Asirio en la guerra civil Siria, los Asirios actuales son los Cristianos autóctonos que quedan en el territorio de Siria, Irak e Irán.
Fin de el Capitulo V de “ El Santero”.
En Valencia (España), a 20 de Abril de 2024.
Ernesto.
