BIENVENIDOS

Después de perder mi terror tecnológico con el Facebook, me lanzo a la aventura definitiva, el plasmar mis vivencias, recuerdos y en otras ocasiones aventuras imaginarias. En este blog sin mas preámbulos, os doy a todos la bienvenida a este rincón del guerrero consciente.

lunes, 25 de diciembre de 2023

NOTA DEL AUTOR

 Mis queridos lectores, les deseo de corazón una feliz Navidad y prospero año 2024.

Ernesto.

EPÍLOGO DE CONVOY

 Me gusta viajar en tren, falta como una hora para llegar a Valencia he visitado a mis abuelos en Burgos, y ahora vuelvo a casa para pasar la Nochebuena en casa de mi padre. Los arboles pasan a toda velocidad junto a la ventanilla y me asaltan mas recuerdos.

Esta vez de la vista ante el Juez Togado y el Fiscal Militar, las preguntas una tras otra, repitiéndose muchas veces las mismas, cincuenta minutos de declaración aquella gente no estuvo allí y no podía entender lo que ocurrió, y da igual como lo explicaras. Nunca lo entenderían,  la cara de el Brigada Hernan mirando fijamente al Juez pero sin verle su cuerpo estaba en el Juzgado, pero su mente estaba a cientos de kilómetros.

Las palabras del Fiscal, también las recuerdo, acusando al Brigada de incumplimiento de ordenes y de tres homicidios por imprudencia, llamándole indisciplinado, irresponsable, suicida y no se cuantas cosas mas.

Pero Hernan no se inmutaba daba igual lo que dijesen, el seguía mirando a la nada continuaba muy lejos del Juzgado. El nunca dejo Mali, Hernan nunca se bajo de aquel convoy, yo estoy de baja,  mis heridas han curado bastante bien pero me han dicho que no tenga prisa por recibir el alta, me han dicho que hay otro tipo de heridas que tardan mas en curar. Han pasado tres meses de aquella tarde en Mali y puede que sea verdad puede que siga sangrando.

Suena en mi móvil la notificación de whatsup, es un mensaje de Toni otro de los supervivientes.

-“Orozco tio, ya sabes que el Brigada estaba en libertad condicional a la espera del juicio y suspendido de empleo, ¿no?.

Pues ayer por la tarde por lo visto fue a casa de su padre, cogió una escopeta de caza y se pego un tiro, esta muerto tio, suicidado.

DEP.

Suelto el móvil y continuo mirando el paisaje, un niño pasa por el pasillo del vagón con un gorro  de “Papa Noel”. 

Soy el Soldado Orozco sirvo en el Regimiento Lusitania de Caballería Paracaidista y estos son mis recuerdos, recuerdos de una tarde en Malí.

Fin de “Convoy”.

En Valencia, (España) a 25 de Diciembre de 2023.

Ernesto.


CONVOY CAPÍTULO IV

 Nadie habla, no tenemos apenas espacio dentro del blindado pues como hemos tenido que repartir a los supervivientes del vehículo del Teniente entre los dos restantes, estamos prácticamente sentados unos encima de otros. Me aseguro de haber municionado los cargadores vacíos y miro por la ventana, ya ha caído la noche sobre la árida Mali y el VAMTAC salta sobre el pedregal en completa oscuridad, hemos apagado las luces y Soler conduce guiado por la luna y su instinto.

Confío en Hernan, al comienzo de este relato os dije que no saldría con el de marcha en mi vida, pero que no se me ocurre mejor mando para ir al combate y lo mantengo, o puede que no, ¿ y si Martín tiene razón?, ¿y si no hay un solo tipo, y si son un pelotón entero? ademas ellos conocen el terreno, y nosotros conducimos a oscuras hacia una colina que la luz de la luna dibuja delante nuestro. Miro a mis compañeros y veo en sus caras que no soy el único que esta pensando esto, ademas estamos incumpliendo ordenes, “joder”, en el Ejercito no hay nada peor que eso.

Hace diez minutos estaba totalmente convencido de lo que íbamos a hacer, ahora dudo y no se si estoy siendo cabal o cobarde.

Entonces volvió a ocurrir, un fogonazo me dejo momentáneamente ciego, el blindaje nos ha salvado pero hay mucho humo. Cuando nos damos cuenta estamos fuera del VAMTAC pegando tiros, no sabemos adonde disparamos, es la instrucción y el instinto de supervivencia el que utiliza mi fusil no soy yo, yo estoy en piloto automático.

-Fuego, fuego, nos están tirando desde la colina, hay que avanzar a saltos y tomarla al asalto.Orozco y Jesús conmigo, VAAAMOS.

Fogonazos, tres, puede que cuatro fusiles nos disparan una bala ha zumbado junto a mi casco, otra levanta la arena delante mio no vemos donde pisamos, solo corremos hacia los destellos de los disparos, mientras nosotros a su vez devolvemos el fuego.

-Martin rodéalos ve por la derecha asaltaremos por dos lados a la vez. Sin fuego cruzado joder.

Hernan sigue dando ordenes a grito pelado sin que le tiemble la voz, como si estuviésemos de maniobras o es el tío mas valiente del mundo o esta loco, o las dos cosas. Estamos cuerpo a tierra cubriendo a Soler, Martin y Toni mientras corren, me salpica un liquido caliente en la cara me limpio con la manga para poder ver, lo que me ha caído sobre los ojos es algo rojo oscuro.

- Aaahh joder.

-Apártalo, apártalo y continua no podemos parar, ahora no.

Jesus a gritado porque Soler le cayo encima, le habían disparado en plena cara y tenia un globo ocular colgando sobre un orificio del tamaño de un puño situado donde antes estaba su boca, Hernan continua gritando ordenes.

A partir de aquí mis recuerdos son imágenes que se mezclan hasta que terminamos de limpiar la trinchera enemiga.

Toni a dos metros de la trinchera desde la cual nos esperaron los “Tuaregs” disparando a rafagas mientras un hyjadista sacaba un brazo por encima del suelo y nos lanzaba una granada.

Y caos, gritos y el sonido sordo de la lucha, estamos dentro de la trinchera no me queda munición un enemigo a mi derecha,  le trato de golpear con el cañón de mi fusil en la cabeza, el se revuelve y me pone una pistola en el estomago noto el golpe. Un impacto seco y doloroso sobre mi ombligo, su cara esta a dos palmos de la mia y recuerdo su rostro oscuro con un gesto  de triunfo.

Hasta que le atravieso el cuello con mi navaja, y su sonrisa se quedo congelada, sus ojos fríos, mientras una ola de sangre brotaba de su yugular.

Una granada a estallado no se como de cerca, he caído sobre el cadáver del tipo que acabo de matar, me palpo el abdomen, no hay herida, el chaleco antibalas detuvo el tiro a quemarropa.

Veo a Hernan y a un Yihadista abrazados, dándose  codazos y cabezazos e intentando apuñalarse el uno al otro, lanzándose estocadas mutuamente con sendos cuchillos de manera salvaje, de la mano muerta del “Tuareg” al que me he cargado tomo su pistola y sin apuntar de manera instintiva hago dos disparos.

El hijo de puta con el que estaba enzarzado Hernan cae desplomado, hubo suerte y le di en la cabeza.

Todo ha quedado en silencio, nos miramos unos supervivientes a otros,  en el suelo de la trinchera los cinco “tuaregs” que la ocupaban yacen muertos, también han caído además de Soler,  el Cabo 1 y Jesús. 

Perseguíamos a un hombre herido que estaría escondido y muerto de miedo tras unos matorrales o unos piedras, le daríamos dos bofetadas lo esposaríamos y volveríamos a base.

Sencillo, pero no, en lugar de eso al hacer un seguimiento en la noche de un puñetero rastro de sangre, nos hemos visto abocados a tomar al asalto una trinchera en una posición elevada,  en la cual otros cinco terroristas bien armados han ofrecido una resistencia fanática hasta su ultimo suspiro.

Nosotros solos nos metimos en otra emboscada, la segunda en menos de tres horas. 

Aunque mis heridas de metralla provocadas por la granada que me derribo no ponían en peligro mi vida, la perdida de sangre que estuve sufriendo era muy lenta pero constante por eso las siguientes tres horas y media de camino hasta la base Española en “Koulikoro”. Son una nebulosa, los dos blindados levantando polvo a la mayor velocidad posible y cerrando el convoy el vehículo “pick up” Toyota que le capturamos al enemigo, con los trece cadáveres en su parte de atrás. Los diez terroristas que hemos abatido y tres compañeros, mi ultimo recuerdo es ver levantarse la barrera de acceso a la base  y los vehículos pasando frente al Cuerpo de Guardia bajo la bandera de España, luego, supongo que me desmaye.

Fin del Capitulo IV de “ Convoy”.

En Valencia,(España) a 25 de diciembre de 2023.

Ernesto.