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Después de perder mi terror tecnológico con el Facebook, me lanzo a la aventura definitiva, el plasmar mis vivencias, recuerdos y en otras ocasiones aventuras imaginarias. En este blog sin mas preámbulos, os doy a todos la bienvenida a este rincón del guerrero consciente.

viernes, 1 de septiembre de 2023

CONVOY-CAPÍTULO II

 -Soler, ¿que pasa, porque frenas?

-Mi Brigada el VAMTAC del Teniente esta parando.

-Mi Brigada, dice el Teniente que hay un árbol en mitad del camino, que va a parar para reconocerlo y si no hay ningún sedal, ni señales de ningún explosivo lo apartaran y continuamos, también ordena que cubramos la derecha y el coche tres retaguardia y la izquierda.

Esto lo narraba Toni el lanzador del “Spike”, que hoy operaba también las transmisiones, junto con Soler el conductor, Mario y Jesus, completaban la tripulación de nuestro VAMTAC.

-Mierda, dile que hay que moverse, que demos la vuelta como podamos y desandemos el camino. No podemos quedarnos parados. Orozco sube a la 12’70 y apunta a la derecha, cualquier cosa que se mueva la fríes.

El Brigada sabia que algo no marchaba bien, y vociferaba ordenes dentro del blindado mientras se palpaba el chaleco táctico asegurándose que los cargadores estaban donde tenían que estar.

-Vamos coño, da igual ya se lo digo yo por mi radio.

Orozco ya estaba asomado y empuñando la ametralladora de la torreta del vehículo, no veía nada seguramente Hernan exageraba, se “estaba montando la película”.

Pero todo ocurrió en un segundo y no vio nada moverse, solo un reflejo y una detonación seca.

Cuando miro a la izquierda, de el blindado del Teniente salía un humo muy negro y tenia todo el lateral derecho hundido.

-Fuego joder, fuego a discreción.

La 12’70 hace un ruido de mil demonios, los casquillos caen por todas partes. Orozco solo dispara sujetando la ametralladora con ambas manos y oprimiendo el gatillo,  casi sin ver nada.

El golpe en la espalda le ha dejado sin respiración, esta tumbado tras el tirón del chaleco que le ha dado Hernán.

-Orozco Mario y tu conmigo, hay que bajar a ver como esta la tripulación del primer coche, Soler pilla la ametralladora y cúbrenos, no dejes de tirar, Soler coño ¿me oyes?.

El conductor nos miraba muy fijamente, pero sin vernos con los ojos desorbitados y las dos manos crispadas sujetando el volante. Hasta que su casco salió volando tras la tremenda bofetada con la mano abierta que le daba el Brigada.

-¿Ya has vuelto Soler?, pues coge la ametralladora y no pares de tirar.

Orozco, Hernan y Mario avanzan en dirección al primer blindado, los fusiles encañonando delante y los latidos del corazón golpeando en los tímpanos.

Los soldados ven el segundo reflejo, y esta vez Orozco juraría haber  visto una cabeza envuelta en un turbante levantarse y volverse a agachar tras el fogonazo.

Otra detonación, esta vez mas cerca, pero les salva el terraplén que  delimita el camino. Los tres Españoles disparan sus G36 como posesos.

-Los arboles de la derecha, están ahí.

La hojarasca vuela por todas partes y las ramas caen cercenadas una sobre otra, las 12,70 de los VAMTAC dos y tres están batiendo la arboleda con una lluvia de balas haciéndola añicos.

Silencio, no queda nada en pie entre los arboles y las ametralladoras han interrumpido el fuego, solo hay humo y un fuerte olor a pólvora, Orozco jadea pegado al suelo mientras cambia el cargador de su arma. Se da cuenta que le escuece horriblemente tres dedos bajo la oreja derecha, asustado busca con su mano una herida, durante medio segundo alberga la certeza de haber recibido un disparo  en el cuello, “joder volveré a andar”, no hay sangre, solo tenia dos casquillos de bala al rojo vivo enganchados en la correa del casco abrasándole su barba de dos días.

Respira fuerte aliviado, y vuelve a percibir el aroma de la pólvora, aunque ahora hay un olor nuevo, mas espeso, a carne quemada y sangre.

-Martín, con tu gente haz un perímetro a tu blindado y el mío, voy a ver como están los compañeros  del coche del Teniente.

El Cabo 1º Martín era el jefe del tercer vehículo.

-¿Como estas?, mientras llegábamos al blindado del Teniente, el conductor y el lanzador del “Spike” están saliendo del mismo, el segundo arrastra a Vidal que aprieta los dientes y gime con un hierro atravesándole la pierna derecha de un lado a otro, los gemidos de Vidal aumentan de intensidad cuando Mario le estrangula la pierna a la altura de la ingle con el torniquete. Jesús y Orozco ayudan al conductor , que cubierto de sangre ajena y tiznado de humo de arriba a abajo, parece estar bien salvo que no oye nada. Y no encuentra ni su casco ni su fusil, que parecen haber salido volando nadie entiende adonde.

El Brigada mientras tanto mira en silencio el interior del blindado del líder del pelotón, en donde permanecen los cadáveres  abrasados del Teniente Brizuela y de los Soldados Guzman y Alegría. Hernan piensa que tiene que haber sido un misil contracarro puede que de fabricación Rusa.

Mientras Hernan mira absorto a la muerte se le acerca por la espalda el Cabo 1º.

-Mi Brigada.

-Que.

-Ahora esta al mando, ¿que hacemos?.

-Joderles.


Fin del Capitulo II de Convoy.

En Valencia, España a 1de Septiembre del 2023.

Ernesto.